El presidente de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), Guillermo Herrera, expresó su profunda preocupación por el decreto expedido recientemente por el Gobierno Nacional que eleva las tasas de retención y autorretención. Según el dirigente gremial, esta medida fiscal, que busca anticipar el recaudo de renta, pone en riesgo la inversión privada en un sector que acumula dos años de contracción económica.
“Preocupa mucho la posición del Ministerio de Hacienda, porque con este incremento en las tasas de retención y autorretención se empezaría a cobrar más de lo que puede tributar incluso el sector para este año. Y empezamos a abrir un hueco sobre otro hueco”, señaló Herrera en diálogo con La FM de RCN Radio.
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El dirigente también criticó el argumento del Gobierno que justifica el decreto con una supuesta recuperación del sector constructor. “El decreto dice que Colombia ya arrancó una senda de reactivación impulsada por sectores como la ganadería, el entretenimiento, las apuestas en línea y la construcción. Yo creo que eso está muy lejos de la realidad. El sector de edificaciones ha perdido crecimiento en el PIB durante siete trimestres consecutivos”, puntualizó.
Herrera explicó que la combinación entre la reducción de subsidios para vivienda —como los del programa Mi Casa Ya— y este nuevo decreto fiscal, está debilitando los dos pilares de la vivienda en Colombia: la inversión pública y la inversión privada. “Ya le quitaron el de la inversión pública con la suspensión de Mi Casa Ya, pero ahora le quieren dar un golpe a la inversión privada”, afirmó.
El impacto estimado por Camacol es preocupante: la inversión privada en el sector podría reducirse hasta en un 10% debido al exceso de anticipos de renta. “Eso puede implicar que no va a haber flujo de caja. Habrá que cancelar etapas, posponer proyectos, y eso va a generar presiones sobre la oferta de vivienda, que ya viene disminuyendo”, advirtió Herrera.
En cuanto a las consecuencias para los ciudadanos, el dirigente gremial señaló que una menor producción de vivienda afectará directamente los precios, tanto de la vivienda nueva como del arriendo. “Hoy el mercado de vivienda en el país tiene el mismo tamaño que tenía en 2012. Las reducciones en la oferta frente a una demanda que crece generan presión sobre los precios”, indicó.
Frente a las cifras macroeconómicas positivas que presenta el Gobierno —como un crecimiento del PIB del 2,7% y una tasa de desempleo del 8,8%— Herrera hizo una advertencia: “Las cifras del DANE muestran que el sector de la construcción cayó 2,5% el año pasado. La generación de empleo viene con altísimos niveles de informalidad. Este sector no está en recuperación como dice el Ministerio de Hacienda”.
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Finalmente, aseguró que el decreto desconoce la realidad del sector y podría tener efectos adversos incluso para las propias finanzas públicas. “Estaríamos pagando más de lo que se debería pagar por renta. Eso puede generar un hueco para el mismo gobierno en el próximo año”, señaló. Y concluyó: “El sector de la construcción no ha levantado cabeza. No ha recibido ningún plan de recuperación por parte del Gobierno. Todo lo contrario”.
Camacol insiste en la necesidad de establecer medidas que estimulen la inversión privada, en lugar de limitarla, para que la construcción vuelva a ser un motor de crecimiento económico en el país.
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