El ministro del Interior, Armando Benedetti, reafirmó este martes en entrevista con La FM que el Gobierno Nacional continúa impulsando la consulta popular, a pesar del revés sufrido en el Congreso de la República, donde fue negada su aprobación. El funcionario insistió en que la consulta no está hundida y que el trámite legislativo presentó irregularidades que, a su juicio, invalidan la votación del Senado.

“No se leyó la proposición antes de la votación, como exige la ley. Si no se lee, no se vota”, aseguró Benedetti, argumentando que el procedimiento fue viciado desde su origen. Según el ministro, “el Congreso no se expresó formalmente sobre la consulta”, por lo que el Gobierno mantiene su intención de avanzar, incluso por la vía del decreto.

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Reforma laboral: avances y advertencias

En medio del debate legislativo, la reforma laboral logró avanzar en su tercer debate. Sin embargo, Benedetti advirtió que aún no hay garantías para su aprobación definitiva. “Falta el cuarto debate y la conciliación, y al Gobierno no le ha ido bien en el Congreso con esta reforma. Ya se ha caído dos veces por bloqueo institucional”, señaló.

A pesar del avance reciente, el ministro se mostró cauteloso. “Estoy contento, pero no confiado. Lo que ganamos ayer no garantiza nada”, expresó, al referirse a la aprobación de puntos clave como los recargos dominicales, nocturnos y el reconocimiento de horas extras a partir de las 7:00 p.m. También destacó que el texto aprobado recoge consensos con distintos sectores sociales y productivos.

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El papel del Congreso y el respaldo ciudadano

Benedetti fue enfático al responsabilizar al Congreso de la República por el estancamiento de las reformas sociales del Gobierno. “Hay un divorcio entre el Congreso y la ciudadanía. El pueblo va por un lado y el Congreso por otro”, dijo. Según el ministro, esta desconexión ha generado la movilización ciudadana que se ha visto en las últimas semanas.

“Estoy de acuerdo con el malestar de la clase obrera. A nosotros nos han bloqueado y golpeado con jugaditas parlamentarias”, señaló, en alusión a las marchas y huelgas organizadas por sindicatos y trabajadores en apoyo a las reformas.

Aunque negó que el Gobierno haya convocado directamente las protestas, Benedetti afirmó que estas son una expresión legítima del descontento social. “Nosotros no estamos creando la huelga. Lo que hicimos fue convocar una consulta y eso generó apoyo ciudadano en todo el país”, explicó.

Uno de los puntos más sensibles de la entrevista fue el señalamiento de que la consulta popular sería una excusa para anticipar la campaña presidencial. Ante esto, el ministro respondió:

“Si se logran aprobar los derechos laborales que buscamos, uno podría pensar en no hacer la consulta. Pero por ahora, sí o sí, la consulta sigue en pie, porque no tenemos nada garantizado”.

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Benedetti también aclaró que no es cierto que la consulta se haya hundido legalmente. Según él, hubo una “jugada” en el Senado para cerrar el registro de votación mientras se imponía el voto negativo, sin haber leído la proposición. Mostró incluso la certificación del secretario general del Senado que, según dijo, confirma la omisión.

Sobre las críticas de juristas como Juan Manuel Charry y Hernando Herrera, quienes aseguran que no se puede convocar una consulta por decreto si el Congreso ya se pronunció, Benedetti respondió: “Todas las consultas se convocan por decreto, con aval del Congreso. Pero si no hubo pronunciamiento válido, el decreto sigue siendo una opción legítima”.

Finalmente, el ministro defendió el trabajo técnico y político del Gobierno en la construcción de la reforma laboral. Agradeció a la Comisión Séptima del Senado por lo que calificó como “una labor admirable” en la aprobación de la reforma en tiempo récord.

“Todo se hizo con base en el texto concertado con gremios, campesinos e indígenas. Lo que falta ahora es voluntad política del Congreso para que la reforma avance”, concluyó.

La tensión entre el Gobierno y el Congreso sigue en aumento, mientras el futuro de la consulta popular y de las reformas sociales continúa siendo incierto.