Los mercados energéticos experimentaron una jornada de alta volatilidad tras los recientes ataques aéreos israelíes contra territorio iraní, generando incertidumbre sobre el suministro global de hidrocarburos y desatando una búsqueda masiva de activos refugio.
El crudo Brent alcanzó los 74,88 dólares por barril con un incremento del 8%, mientras que el West Texas Intermediate registró un comportamiento similar al cotizar en 73,67 dólares. Este movimiento representa la mayor fluctuación registrada en más de tres años, según reportes de los mercados asiáticos.
Michael Alfaro, director de inversiones de Gallo Partners, caracterizó la situación como una «escalada sísmica» que podría mantener los precios energéticos en niveles elevados durante un período prolongado.
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La escalada del conflicto plantea múltiples amenazas para la estabilidad energética global. El Estrecho de Ormuz emerge como el punto más vulnerable, dado que por esta vía marítima transita aproximadamente un tercio del petróleo mundial. Las autoridades iraníes han reiterado amenazas de bloquear este paso estratégico.
Los principales yacimientos petroleros de Arabia Saudita e Irak se encuentran dentro del rango de alcance de la capacidad militar iraní, recordando el ataque de 2019 contra instalaciones saudíes que impactó temporalmente los precios internacionales.
El oro experimentó un alza del 1,2% hasta 3.427 dólares la onza, reflejando la migración hacia activos seguros. Contrariamente, el Bitcoin retrocedió hasta un 3%, tocando mínimos de 103.000 dólares antes de recuperarse levemente.
Los índices bursátiles asiáticos registraron caídas generalizadas: el Nikkei 225 perdió 1,3%, el Kospi surcoreano bajó 1,28% y el Hang Seng hongkonés descendió 0,7%.
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El presidente Donald Trump enfrenta el desafío de mantener controlados los precios del petróleo para combatir la inflación. La Reserva Estratégica de Petróleo estadounidense cuenta actualmente con 400 millones de barriles, muy por debajo de su capacidad total de 727 millones.
La OPEP+ podría desempeñar un papel crucial en la estabilización de mercados, especialmente considerando que Arabia Saudita condenó los ataques israelíes y el grupo ha incrementado su producción recientemente.
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