En entrevista para La FM de RCN, Laura Gil, recientemente electa como secretaria general adjunta de la Organización de Estados Americanos (OEA), habló sobre los desafíos que enfrentará en su nuevo cargo, los esfuerzos diplomáticos que lograron su elección, y su intención de reformar aspectos internos de la organización que ella misma ha cuestionado públicamente en el pasado.
“Colombia rompió el techo de cristal en la OEA. Por primera vez, una mujer ocupará este alto cargo dentro de la organización. Es un voto de confianza en Colombia”, afirmó Gil.
Laura Gil, nueva secretaria general adjunta de la OEA habló de sus nuevos retos
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La diplomática subrayó que su elección no fue fácil y que exigió una intensa labor de coordinación entre diferentes instancias del Estado colombiano.
“La actividad al final fue frenética. Trabajamos incansablemente junto a la canciller Laura Sarabia, el embajador Luis Ernesto Vargas y su equipo, y el viceministro Daniel Ávila. Incluso a último minuto recibimos apoyo directo del presidente y la vicepresidenta Francia Márquez”, relató Gil.
Frente a los retos que asumirá, explicó que la Secretaría General Adjunta tiene responsabilidades claves en la OEA: “Se ocupa de los dos órganos más importantes de la organización: el Consejo Permanente y la Asamblea General. Eso le da un papel muy importante en la construcción de las agendas, además de una función gerencial de alto nivel”.
También respondió a las críticas por antiguos trinos en los que cuestionaba la utilidad de la OEA: “He sido muy crítica de la OEA y de la ONU porque quiero más de ellas, porque sé que las necesitamos. Por ejemplo, me quejaba del retraso en la publicación de las actas del Consejo Permanente, que entonces era de ocho meses. Hoy en día, tienen tres años de retraso. Y eso cae dentro de las funciones de la Secretaría General Adjunta. Es mi gran oportunidad para arreglar lo que yo criticaba”, aseguró.
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Para Gil, su designación no solo representa un triunfo diplomático para Colombia, sino también una oportunidad para impulsar reformas internas en la organización y fortalecer el multilateralismo regional: “Nunca hay que dar nada por sentado. Siempre hay que trabajar hasta el final para poder cruzar la línea”, concluyó.
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